Yucatán cuenta con el último y más avanzado tratamiento mínimamente invadido que existe en el mundo para tratar la hiperplasia benigna de la próstata. Este procedimiento es conocido por su capacidad de corte y coagulación que permite extraer el tejido crecido de la próstata intacto en su totalidad, informó, Antonio Esqueda Mendoza, Jefe de servicio de urología del Hospital Regional de Alta Especialidad en la Península de Yucatán.
Tecnología de punta para tratar la hiperplasia benigna de la próstata
Indicó que este año se han realizado 150 cirugías de este tipo y el HRAEPY es de los pocos hospitales a nivel nacional que cuenta con este procedimiento, “hace 80 años la cirugía que se hacía de próstata era una enuclasión pero abierta, se habría debajo del ombligo, se llegaba a la próstata y con el dedo abríamos, el problema es que en esa cirugía el paciente sangraba mucho eso se debía a que los vasos sanguíneos explotaban entonces habían pacientes que perdían hasta 8 litros de sangre pero hoy en día la tecnología ha avanzado”.
Señaló que, el procedimiento consiste en la disección de la glándula prostática hipertrófica mediante una fibra de láser holmio de 550 micras con emisión directa en la punta, siguiendo el mismo plano quirúrgico que se diseca durante la cirugía a cielo abierto (Adenomectomía) o el que se pretende alcanzar durante una resección transuretral prostática clásica (RTU).
“Lo que se hace es que se entra con láser y con ello empezamos a retirar el tejido crecido de la cápsula prostática, es como una pitahaya imagínense que meten su dedo en la pulpa de la cáscara y sacan toda la pulpa pero sin abrir al paciente, conforme van cortando con el láser vas coagulando entonces el riesgo de sangrado es bajo y ya una vez que se quita esa bola, eso se llama morcelación”.
Explicó que el procedimiento tarda entre 2 horas y media, “ahí tiene mucho que ver la tecnología, no en cualquier lado se puede hacer porque se necesita un láser de alta potencia, luego se requiere un equipo que asegure que no haya ningún tipo de sangrado y después ese tejido que ya enuclaste, poderlo machacar. El procedimiento puro es que mientras menos invadas, va a ser mejor resultado”.
LÁSER CON ALTA POTENCIA
Esqueda Mendoza, dijo que el láser de Holmio opera a una longitud de onda de 2140 nm en modo pulsátil y su efecto es una ablación de tejido superficial y una coagulación con una penetración de 2-3 mm, lo que posibilita la adecuada hemostasia (coagulación) de los vasos sanguíneos en tiempo real, evitando el sangrado.
Por último, precisó que lo que ésta cirugía permite, es que el paciente pueda orinar con facilidad, “en promedio para que un médico especialista pueda operar este tipo de cirugías debió operar entre 20 a 25 cirugías, a nivel nacional solo 3 hospitales públcios tienen este servicio”, finalizó.
IRVING GIL