Al verlo como un proceso “reaccionario y regresivo”, cuando las negociaciones siguen entre Israel y Arabia Saudita, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, denunció ayer las tentativas de acercamiento entre países musulmanes con Teherán.
“La normalización de las relaciones con el régimen sionista es un acto reaccionario y regresivo para todo gobierno en el mundo musulmán”, declaró Raisi en conferencia de prensa en Teherán respecto a la “unidad” de los musulmanes.
“La solución frente al enemigo no es el compromiso y la capitulación, sino la resistencia”, agregó el presidente iraní, sin citar a ningún país.
Estas declaraciones se dan en el contexto del avance de las negociaciones entre Arabia Saudita e Israel, tendientes a normalizar sus relaciones, tras los acuerdos de Abraham por los que Israel estableció relaciones diplomáticas en 2020 con tres países árabes.
Estados Unidos aboga a favor de esta normalización, que llevaría a que la monarquía petrolera obtenga garantías de seguridad estadounidenses a cambio del reconocimiento de Israel.
Irán, de mayoría chiita y Arabia Saudita, de mayoría sunita, reanudaron sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, en el marco de un acuerdo negociado en marzo por China.