Especialistas de diferentes instituciones iniciarán a finales de este mes la toma de muestras para identificar bacterias resistentes a los antibióticos en aguas residuales del subsuelo yucateco y conocer cómo éstas pueden “enseñar” esta resistencia a otras bacterias.
El Dr. Jorge Carlos Guillermo Herrera, director de Planeación, Enseñanza e Investigación del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAEPY), dijo que se trata de un proyecto interinstitucional que arrancará en Mérida y las tomas de muestras se harán en las plantas de tratamiento de aguas residuales de hospitales públicos, empezando por el HRAEPY.
De las instituciones que participan está el propio nosocomio, a través de su departamento de Calidad e Ingeniería, también el Instituto Nacional de Salud Pública, el Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” y la Facultad de Arquitectura.
El entrevistado dijo que es un tema de mucha relevancia porque no hay datos del nivel de contaminación que se tiene en el manto freático, es decir, en el agua que hay en el subsuelo y se avanzará conociendo si hay bacterias resistentes a antibióticos en las aguas residuales.
“Queremos saber si hay presencia de estas bacterias y cómo aprenden a ser resistentes a los antibióticos, pero también para saber cómo es que mandan esta información a otras bacterias que no son resistentes, pero se convierten también”, dijo.
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Agregó que con este trabajo se podrá conocer, por un lado, el grado de contaminación del acuífero, pero también el grado de participación que en este hecho pueden tener los hospitales, como otras empresas, granjas, etcétera. Pero, sobre todo, comentó que lo relevante será conocer en qué medida se pone en riesgo a la salud.
Explicó que se hará un trabajo científico profesional y técnico, por lo que se usará equipo de primer nivel y las muestras se analizarán en laboratorios. Entre las cosas que se estudiarán y se mapeará, está el genoma de las bacterias.
Cada mes se harán muestreos y se espera que la investigación dure dos años. Guillermo Herrera dijo que se contempla este tiempo porque se deben considerar tanto los tiempos cuando hay lluvias, como cuando es periodo de secas, porque esto hará variar la concentración de bacterias, en caso de detectarlas, en el subsuelo.
Consideró que hoy es un tanto difícil pensar que haya mantos freáticos “vírgenes”, es decir, que no tengan algún grado de contaminación, por las propias características del suelo kárstico que filtra muy rápido y porque prácticamente todo el subsuelo está conectado por flujos subterráneos de agua.
Lo importante ahora, reiteró, es conocer el grado de contaminación que hay y cómo esto afecta a la salud de las personas, para poder tomar medidas de prevención y de salud pública.
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