El banco central de China recortó ayer una tasa de interés clave, en un intento por revertir la creciente desaceleración poscovid en la segunda economía más grande del mundo.
La economía se ha visto arrastrada recientemente por la incertidumbre en el mercado laboral y por una económica mundial ralentizada, lo que pesa en la demanda de productos chinos.
Los problemas financieros del sector inmobiliario, con varios pesos pesados del sector al borde de la bancarrota y luchando por completar proyectos, también golpea de manera importante el crecimiento.
La tasa preferencial de préstamos (LPR) a un año, que sirve como punto de referencia para los préstamos corporativos, se redujo del 3.55% al 3.45%, dijo el Banco Popular de China (PBoC, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Sin embargo, la LPR a cinco años, usada para fijar el precio de las hipotecas, se mantuvo en el 4.2%. Observados de cerca por los mercados, ambas tasas se ubican ahora en mínimos históricos.
La medida de ayer, opuesta a la tendencia de aumento de tasas en bancos centrales en todo el mundo, pretende alentar a los bancos comerciales a otorgar más préstamos a tasas más convenientes.
La ansiada recuperación poscovid, luego del fin de las restricciones sanitarias a finales de 2022, perdió impulso en los últimos meses. Las pobres cifras de las últimas semanas han aumentado la presión sobre los funcionarios para respondan con un amplio plan de recuperación económica, aunque los políticos han sido reacios.