Aunque Yucatán es el tercer estado con mayor cobertura de manglar, hay alrededor de 30 mil hectáreas degradadas por diversos factores, por lo que es necesario sumar y fortalecer esfuerzos para la protección del ecosistema, reconoció Víctor Vidal, director del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en Mérida.
En el marco del Día Internacional del Manglar, el especialista expuso que desarrollan programas de recuperación y conservación del manglar, encabezados por el investigador Jorge Herrera Silveira, con buenos resultados, pero hay mucho trabajo por hacer.
En este sentido, se llevan a cabo acciones de recuperación del manglar en Celestún, Sisal, Chuburná, Progreso, Yucalpetén, Dzilam y El Cuyo, pero que abarcan un máximo de 100 hectáreas en cada sito, unas mil hectáreas en total, contra las 30 mil o 40 mil que están degradadas.
“La realidad es que hay factores naturales que afectan el mangle, como el cambio climático o los huracanes, pero mucha de la afectación que hay es por la actividad de las personas, por ejemplo, con los desarrollos turísticos en Yucatán y también en Quintana Roo”.
Recordó que hace algunos años se trabajó en el Programa de Ordenamiento Costero y se emitió en Yucatán el Decreto 801, con el que se prohibía construir más allá de la primera duna costera, por lo que es necesario restablecer ese tipo de restricciones que permiten la protección del área.
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“En general afectan el mangle el cambio de uso de suelo, la construcción de carreteras, la construcción de desarrollos turísticos, habitacionales”, agregó.
IMPORTANCIA
El especialista recordó que la devastación de humedales que ha traído consecuencias graves, como mayores afectaciones de las lluvias por inundaciones. De no haber esta problemática, podría ser la segunda entidad peninsular con mayor extensión del ecosistema.
“El mangle tiene una gran importancia ambiental porque es trampa de CO2, además que alberga y es refugio de las larvas de camarón, de peces, es algo así como una guardería donde crecen diferentes especies, además de muchos servicios más que prestan, como contener huracanes”, indicó.
De acuerdo con el Laboratorio de Producción Primaria del Cinvestav Mérida, los manglares son ecosistemas que se ubican en el límite entre la tierra y el mar. Contribuyen al bienestar, la seguridad alimentaria y protección de las comunidades costeras, pues son una barrera natural contra las mareas de tormenta, los tsunamis, el aumento del nivel del mar y la erosión; además son parte esencial para la conservación del sistema acuífero.
El suelo de este ecosistema almacena hasta cinco veces más carbono que otros, por lo que es una solución contra el cambio climático.
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