Durante dos meses y derivado del trabajo de antropólogos, arqueólogos y buzos independientes en el cenote Wolpoch del ecoparque conocido como Homún Ha, se está exponiendo la reconstrucción de un hombre maya que vivió en la región del Cinturón de Cenotes previa llegada de los españoles, el hallazgo de sus restos óseos se realizó hace 20 años y a partir de esto se pudo realizar un modelo para determinar su apariencia, este elemento estará expuesto hasta el mes de agosto en el municipio de Homún.
El arqueólogo y buzo Sergio Grosjean explicó que las primeras exploraciones se realizaron a principios del año 2001 en un cenote virgen que incluso en su momento estaba lleno de basura, para este fin se realizó una colaboración con Discovery Chanel y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El resultado fue que en este cuerpo de agua se hallaron 38 restos óseos y de ese número se tomaron 13 muestras, entre ellas un cráneo, el cual fue llevado a la Ciudad de México al centro de Antropología Física de la Universidad Autónoma de México (UNAM) para proceder a realizar una reconstrucción facial del individuo.
Los resultados de las muestras enviadas arrojaron que se trataron en su mayoría de adultos jóvenes entre los 21 y 35 años de edad, nueve hombres y cuatro mujeres; destacando ese cráneo que también se llevó a su análisis.
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“Con este cráneo se hizo la primera reconstrucción facial de la cara de un maya y esa reconstrucción está expuesta por primera vez en la historia en un cenote en Homún, que no está habilitado como balneario, sino su vacación es la de un museo”, indicó.
El investigador indicó que la osamenta perteneció a un hombre maya que vivió antes de la conquista española, alrededor del año 1448 de la era común.
Eso sí, indicó que para explicar el porqué en esa región en particular se encontraron este número de restos óseos será un proceso largo que llevará varios años, pero que se ha empezado, sin embargo, consideró que se necesitan de los recursos de los diferentes órdenes de gobierno para responder las preguntas que los investigadores tienen.
Recordó que los cenotes para los mayas, no eran lugares que servían como balnearios, sino espacios que tenían un fuerte arraigo en sus sistemas de creencias, como la entrada al inframundo, por lo que consideró que esta exposición da la oportunidad de ver estos cuerpos de agua desde otra óptica.
El especialista hizo una invitación al público en general para que acuda al municipio de Homún, visite el lugar, en particular el cenote Wolpoch del parque Homún Ha, a unos dos kilómetros de la salida del poblado, rumbo a Huhí, ya que hasta finales de agosto estará en exposición esta reconstrucción.
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