Recientemente se dio a conocer que Yucatán busca reingresar al tapir, especie que hace más de 50 años no tiene presencia en territorio, por lo que de manera similar entre los municipios de Kinchil y Celestún buscarán reinsertar al águila arpía, ave de presa cuya población se ha reducido en la Península de Yucatán, así lo informó el jefe de proyectos ambientales del grupo Libera, Epigmeo Cruz Aldán.
Como hemos informado, esta misma organización, está también desarrollando un proyecto para devolver al tapir en la entidad, ya que esta especie hace unos 50 años que desapareció de territorio yucateco, debido entre otras circunstancias a la caza, así como a la pérdida de su territorio.
Ante ese panorama, se ha planteado la posibilidad de recuperar al águila arpía, un ave de presa que ha perdido presencia no solo en Yucatán, sino también en el resto de la Península.
Brasil donaría pareja de águilas arpías
Cruz Aldán, quien es el jefe de proyectos ambientales del Grupo Libera explicó que actualmente se encuentran en negociaciones con las autoridades de Brasil, para concretar la donación de dos parejas de águila arpía, con el objetivo de que puedan reproducirse de forma controlada.
El especialista abundó que, debido a que hubo un cambio en la administración de país sudamericano, no han podido reunirse con las autoridades competentes, no obstante, esperan que unos dos meses, el diálogo se restablezca.
Detalló que la idea es que una vez que se pueda concretar el trato con las autoridades de Brasil, se tendría pie de cría, lo que abonaría a la reproducción y liberación del águila arpía en un futuro. Dijo que la idea es que además de la reproducción controlada, también exista monitoreo de las actividades del ave, por medio de chalecos de geolocalización.
Similar a lo que se espera que ocurra con el tapir, la finalidad es la reinserción del ave en la región y particularmente en territorio yucateco.
¿Dónde habitan las águilas arpías?
Apuntó que, a nivel peninsular, es en Quintana Roo en donde ha habido avistamiento del ejemplar, pero esto hace unos ocho años. Externó que es en Chiapas en donde han ubicado hábitats del ave, sin embargo, la población es pequeña.
Comentó que si bien en antaño, al águila arpía de le podía observar en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, así como en la Península de Yucatán, su población se redujo drásticamente; expuso que el uso de pesticidas en los campos que matan a los roedores que comen, ha derivado en la muerte de los ejemplares, ya que resultan envenenadas por estas presas contaminadas.
Eso sí, apuntó que estas aves de presa también se alimentan de monos, tejones, mapaches, pequeños venados; en total de más de 60 especies.
Una vez que se pueda llegar a un acuerdo con Brasil, se espera que en un periodo de dos años se tengan los primeros ejemplares. Dijo que al año estas aves pueden llegar a tener entre seis a 10 crías.