Estados Unidos designó a la xilazina, también conocida como tranq o droga zombi, como una “amenaza emergente” con el fin de poder liberar fondos para luchar contra esta sustancia que causa estragos en el país.
“Es la primera vez en la historia de nuestra nación que una sustancia se designa amenaza emergente”, declaró en rueda de prensa el doctor Rahul Gupta, director de la oficina encargada de la lucha contra las drogas en la Casa Blanca.
La xilazina, autorizada como sedante y analgésico veterinario desde 1972 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), sólo está aprobada para su uso en animales.
Su consumo puede ralentizar la respiración y el ritmo cardíaco de las personas hasta niveles peligrosos y causar infecciones que pueden provocar la amputación de las extremidades.
Entre 2020 y 2021, la detección de xilazina por parte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) aumentó casi un 200% en el sur del país y más del 100% en el oeste.
La designación como una amenaza emergente permitirá utilizar los fondos solicitados por el presidente Joe Biden al Congreso para el presupuesto de 2024, dijo Gupta.