El cultivo de mero, alternativa a una especie por demás impactada

Yucatán es el estado que contribuye con el 70% de la producción nacional de mero, pero es una especie altamente impactada, por lo que con el proyecto “Biotecnología del mero rojo”, que realiza la Unidad Sisal de la UNAM, se busca el cultivo de la especie, como una alternativa a futuro, que incluso podría impactar en el plano nacional.

El cultivo de mero, alternativa a una especie por demás impactada

Actualmente se trabaja en un proyecto de investigación para la reproducción del mero en cautiverio, en el que trabajan la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación Sisal de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en colaboración de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Unidad de Mérida, con el apoyo del Consejo Consultivo del Mero, la Red del Mero y Especies Asociadas, el Centro Regional de Investigación Pesquera y Acuícola, y la Asociación de Armadores.

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El mero es de los principales productos pesqueros para el litoral y el mar Caribe, y Yucatán es el estado que contribuye con mayor volumen de captura, con un 70 por ciento de la producción nacional, sin embargo, debido a la presión pesquera del recurso atraviesa por diversas problemáticas sociales, económicas y ecológicas y es necesario incluir otras alternativas, entre ellas la opción del cultivo.

La encargada del proyecto, Claudia Durruty, expuso que se trabaja en dos etapas: el trabajo con los reproductores que incluye desde la colecta de los meros hasta la reproducción inducida en el laboratorio.

Esto implica estudios de alimentación, reversión sexual, inducción al desove y recolección de semen. La recolección de meros adultos se llevó a cabo en el mar por pescadores especializados y fueron llevados al invernadero de peces marinos, donde tienen un seguimiento diario.

Se estableció para los peces dos tipos de dieta, las cuales han sido bien aceptadas y en un periodo de seis meses los peces han aumentado en peso y han conseguido su maduración sexual en los primeros diez meses en cautiverio.

La segunda etapa, dijo, contempla la cría larvaria que va desde la obtención de huevos fecundados hasta tener juveniles de unos 4 centímetros.

Expuso que dentro de los resultados a corto plazo es continuar con la maduración de las hembras y trabajar en la producción de las larvas para tener los primeros juveniles.

Dijo que este proyecto puede tener un importante alcance a nivel regional, para que haya otra alternativa por la situación del mero e incluso tendría un impacto nacional, porque una vez que se tenga producto puede llevarse al centro del país para consumo, de capacitación y un impacto internacional porque es un producto que se vende en Estados Unidos.

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