La imagen microscópica muestra una flor roja en forma de corazón, con unos granos de polen de color verde y azul en la parte superior, y que creció sobre una hierba, una fotografía que le valió a la ingeniera Silvia Andrade Canto, responsable del Microscopio Electrónico de Barrido del Centro de Investigación Científica de Yucatán, el primer lugar en el Concurso de imagen, edición febrero de 2023, organizado por la empresa JEOL USA.
“Cuando vi a la foto me pareció fantástica, nunca había visto a algo así; generalmente un corazón siempre está ahí, en la naturaleza, pero no tan obvio. Aquí la imagen era tal cual y los granos que tienen de azul y verde son granitos de polen. Es una flor con sus gramitos de polen”, expuso.
Destacó que, aunque ya ha ganado certámenes de foto con microscopio de barrido y ha obtenido otros reconocimientos como el Premio Nacional de Ciencia por Conacyt, este concurso es especial porque para ella, porque la foto participó junto a otras de microscopistas de muchas partes del mundo.
“En este concurso participan solo los que tienen microscopios de la marca JEOL y hablamos de Japón, Francia, Alemania, que la imagen concurso con todos los y las microscopistas del mundo, del área de barrido; es un concurso especializado y, entonces, tener esta distinción es mundial y es alucinante, tiene rato que quería participar y ganar y lo logré”, dijo.
Dijo que en esta labor de divulgación y enseñanza continuamente acude al Jardín Botánico del CICY, para mostrar el trabajo que se hace y las imágenes de microscopio y, para el caso de la foto, se tomó una hierba al azar y lo demás es historia, se descubrió la imagen espectacular que ganó el certamen.
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“Lo que vemos es un corazón que es una pequeña flor, sobre una hierba; a veces vamos al jardín tomamos una hierba y la ponemos en el microscopio y que la gente vea lo que se hace, porque al final es un centro de educación” dijo.
Afirmó, en este sentido, que la naturaleza va más allá de lo que vemos y en su experiencia tuvo contacto con un microscopio desde los cinco años de edad, porque su madre es microscopista y su padre científico.
“Veo revistas de ciencia de toda la vida y para mi mundo de la naturaleza es mágico. Muchas veces pisamos esa hierba y esa maleza está lleva de pequeñas flores y es alucinante, es exquisito, de flores, de dimensiones, de tamaños, de formas, son únicas, la belleza de las flores es única”, expuso.
Narró que el microscopio de barrido llegó al CICY en 2004, cuando ella ya conocía la técnica desde antes, pero con la llegada solicitó que fuera una de las personas que se capacitaran para usar la herramienta.
“Se trata de observar la naturaleza desde un mundo diferente, lo que es un paseo, una delicia”, expuso.
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