Joe Biden, presidente de Estados Unidos, observó “un punto de inflexión” en favor de la democracia en el mundo ante varios desafíos, en medio de una cumbre en la que destacó progresos pese a la influencia de China.
“Creo que este es el desafío que define nuestra era y, hoy, podemos decir con orgullo que las democracias del mundo se están fortaleciendo, no se están debilitando Las autocracias del mundo se están debilitando”, señaló Biden.
Después de las críticas de que la primera Cumbre por la Democracia estaba demasiado centrada en Estados Unidos, Biden nombró como coanfitriones para esta segunda edición a dirigentes de países de los cinco continentes: Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y Zambia.
Su optimismo contrasta con el último informe anual del Instituto V-Dem y de Freedom House, quienes estiman un deterioro en las democracias y que los avances globales en democracia de los últimos 35 años fueron erradicados.
Biden se negó a invitar a algunos gobernantes, como el turco Recep Tayyip Erdogan y al primer ministro húngaro Viktor Orban. Tampoco invitó a algunos de sus aliados cercanos como Bangladés, Singapur y Tailandia.