En la subida de precios de alimentos, los snacks y las golosinas no se salvan, ya que en el transcurso de un año registraron alzas algunos productos de hasta 20%, en línea con los elevados niveles de inflación y los ajustes en las cuotas por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aplican –entre otros productos– a las bebidas saborizadas y refrescos.
En un comparativo de precios dentro del área metropolitana de la Ciudad de México, entre enero de 2022 y de 2023, algunos dulces y botanas han reportado un encarecimiento de entre 4% y hastal 20%, según datos del Inegi.
Iniciando con las frituras, un paquete de aproximadamente un kilogramo de pesaje, con bolsas de 45 gramos de papas Sabritas en su presentación original pasó de 311.11 pesos hasta 355.56 pesos, una variación al alza de 14.28%.
Un paquete con bolsas de 170 gramos de papas Chips sabor sal de mar, subió en 4.99%, al pasar de 235.30 a 247.06 pesos para el primer mes de 2023.
En dulces, un huevo de chocolate Kinder Sorpresa pasó de 24 a 26.90 pesos por pieza, una variación al alza de 12.08%. Otros chocolates, como Snickers subieron a 15.99 pesos desde los 14 pesos en que se vendían en enero de 2022; y M&M a 16.50 desde los 15 pesos hace un año, lo que representó un aumento de 14.21% y 10%, respectivamente.
En el mismo rubro, una caja de mazapanes de la Rosa con 30 piezas de 28 gramos subió de 107.74 pesos en el primer mes de 2022 hasta 116.67 pesos para enero de 2023, lo que implicó una subida de 8.28%.
Y el precio promedio de una bolsa de paletas de la marca Avro, en su presentación de Huesito, creció hasta 75 pesos desde los 67.86 pesos de inicios de 2022, equivalente a un incremento de 10.52%.
En bebidas saborizadas, una botella de refresco Pepsi de 600 mililitros pasó de un precio promedio de 16.67 pesos en enero de 2022, hasta 20 pesos para el mismo mes de 2023, lo que significó un desembolso adicional de 3.33 pesos más, igual a un aumento de 19.97%.
Un litro del refresco Coca-Cola se elevó hasta 25 pesos, desde los 22 pesos en que se comercializaba hace un año, lo que representó una subida de 13.63%.
Adicional al incremento en las bebidas saborizadas, también el agua embotellada se encareció. Por ejemplo, la botella de un litro de agua Bonafont subió de 11 a 12 pesos, una diferencia de apenas un peso, pero que en términos porcentuales significó un alza de 9.09%.
El Inegi reportó que durante enero la inflación general anual se ubicó en 7.91%. En su interior, el rubro de alimentos procesados, bebidas y tabaco reportó una variación de 14.08% a tasa anual, un nivel que los especialistas atribuyen a los ajustes en precios que cada inicio de año se aplican a dichos productos.
Bajan las ventas, pero sigue siendo negocio
Pese al encarecimiento de los snacks y las golosinas, los clientes de las tradicionales tienditas siguen consumiendo los productos, pero con menor frecuencia o cantidad, según reportan comerciantes.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señala que aunque el segmento de botanas ha encarecido en torno al 8.5% entre finales de 2022 e inicios de 2023, se mantiene el consumo de una u otra manera, ya sea con productos de marcas reconocidas o de origen artesanal (o local).
Leonardo Mejía, dueño de una tiendita, explica que las ganancias por dichos productos procesados se ubican entre los 50 centavos y dos pesos por pieza, pero el consumo de los clientes ha disminuido en los últimos años, lo que genera menores ganancias.
“Desde que prohibieron en las escuelas que los niños llevaran botanas, galletas, bebidas con azúcares, desde ese entonces, bajaron las ventas, ya no se vende como antes… y ahora que todo está más caro, menos se llevan. Sigue la venta, pero no como antes”, reitera el hombre
Víctor Núñez, quien también está al frente de un pequeño comercio, también narra que continúa la venta de botanas y dulces, pero ésta es menor.
“Estos (productos) se venden cuando vienen a comprar que el huevo, que el jamón, que el pan Bimbo, con lo que le sobra a las señoras cuando vienen con niños chiquitos, pero ahora todo está caro y no les alcanza, ya ni vienen con los niños porque dicen que nada más andan de pediches”, comparte.
Nadia Hurtado, quien es tendera, relata que muchos comerciantes incluyen en sus establecimientos productos de marcas alternativas con el objetivo de mantener las ventas y las ganancias de sus tienditas.
“Sí se mete (botanas de) Sabritas, pero también se meten estas papas y chetos de la marca “Sol” que son más económicos y traen más producto, y son buenos porque hasta variedad de sabores hay y se venden bien”, expone.
“Sí, ya no se vende como antes, pero de eso a nada, hay que seguir buscando por donde ganarle porque de eso se trata la vida”, reflexiona la mujer quien en su tienda ha incluido la venta de pan en las mañanas y noches.
El representante de la Anpec estima que la venta de botanas, dulces y refresco, representa alrededor del 25% del ticket promedio que gastan los consumidores cada que acuden a los pequeños comercios.