La marea roja, lastre para la pesca

Pescadores del litoral yucateco señalan que la marea roja que impactó el año pasado el mar generó, también, un impacto severo a la actividad pesquera y ahora, debido a la escasez del producto, hay que irlo a buscar más lejos, lo que implica más gasto.

Mientras, antes de la marea el mero u otros productos de escama se iban a buscar a unas 20 o 21 millas de distancia, hoy no se encuentra a menos de 40 millas y eso, de entrada, genera un mayor gasto de gasolina y mayor esfuerzo y, además, a veces la captura no es la esperada.

Pescadores del puerto de San Felipe expresaron que también los frentes fríos que se han presentado las últimas semanas y a finales del año pasado afectan, por ejemplo, ahora que ya termina la temporada de captura del mero, pero más afectación ha traído la marea roja.

“La verdad que no nos hemos podido recuperar. Primero, porque la marera roja mató especies como el cangrejo que es la carnada que come el pulpo y eso generó que tuviéramos que ir mucho más adentro, como a 40 millas, para poder encontrarlo y poder pescar el pulpo el año pasado”, comentaron.

“El agua mala (marea roja) que pasó allá por julio, se llevó todo el pulpo, otras especies y teníamos que irlo a buscar más lejos, allá por el Cuyo, a 40 millas. Es más riesgoso y no se ha recuperado nada. La pesca cada día está más lejos y gastas un montón de gasolina”, señalaron.

Desde luego, añadieron, que esto implica mayor gasto de gasolina y también un riesgo pues para ir a más lejanía se necesitan equipos de localización, como GPS, y que es caro, cuando no lo tienen y se guían con métodos tradicionales o equipos que no son tan sofisticados.

Por otro lado, al ir más lejos y con los gastos que conlleva la pesca se hace menos redituable, porque, si acaso, se recupera lo que se invierte y sin que haya ganancia o dicha ganancia es muy poca.

Ahora, aunque está la temporada de mero es un producto que está escaseando, por lo que han tenido que pescar otras escamas, como el cazón o el pargo, pero son especies que no son tan redituables y por ello es más bien, ya, una pesca de subsistencia.

“El mero ahora no hay, porque lo ahuyentó el agua mala; ahora pescamos lo que sale en las redes, lo poco, como el cazón; realmente la pesca se está acabando”, añadieron.

Añadieron que otro factor que afecta de manera considerable es la pesca furtiva, porque mientras ellos respetan las vedas y tratan de que no se sobre explote el mar para que las especies se recuperen hay furtivos que, incluso llegan de otros lugares, y de forma clandestina pescan especies prohibidas, como por ejemplo el pulpo o el pepino de mar.

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