El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que los asaltantes de las sedes oficiales en Brasilia contaron con complicidad interna y anunció “dureza” contra el bolsonarismo radical, al que considera una amenaza contra la democracia del país.
“Estoy convencido de que la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas”, dijo Lula en un desayuno con periodistas en la capital. “Significa que alguien les facilitó la entrada aquí”, agregó.
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El mandatario de izquierda consideró que policías y miembros de las Fuerzas Armadas fueron “conniventes” con los miles de simpatizantes radicales del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro que invadieron el pasado domingo el Palacio Presidencial, la Corte Suprema y el Congreso.
Los seguidores de Bolsonaro, que niega cualquier vínculo con el asalto, buscaban la caída de Lula exactamente una semana después de que empezara su tercer periodo presidencial. A su paso saquearon oficinas y destruyeron invaluables obras de arte en pleno corazón político de Brasil.
Además, Lula anunció “una revisión profunda” de los trabajadores de la presidencia brasileña. “El palacio estaba lleno de bolsonaristas, de militares, y queremos ver si podemos corregir (la situación), para colocar funcionarios de carrera, de preferencia civiles”.
“No puede permanecer aquí adentro alguien sospechoso”, afirmó el mandatario. Las investigaciones avanzan. La Abogacía General de la Unión (AGU) identificó 52 personas y siete empresas que están bajo sospecha de haber financiado la movilización.
Hallan minuta para cambiar elecciones
Una propuesta de decreto para modificar el resultado de las elecciones presidenciales en Brasil fue hallada en la casa del exministro de Justicia del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasilia, Anderson Torres.
La Policía Federal halló el documento en la residencia de Torres al cumplir una orden de búsqueda y prisión contra el exministro por su presunta “connivencia y omisión” tras los actos violentos del domingo pasado en Brasilia.
“En mi casa había una pila de documentos para desechar, donde muy probablemente se encontró el material descrito en el artículo”, escribió Torres en Twitter.
El exministro, de 47 años, aseguró que la minuta está “fuera de contexto” y ayuda a las acusaciones en su contra. Torres es señalado por los actos violentos en Brasilia, donde era secretario de Seguridad, cargo del que fue apartado.