Colombia inició un pacto de seis meses de cese al fuego entre el Gobierno y los cinco principales grupos armados que operan en el país, anunció el presidente Gustavo Petro a través de redes sociales.
“Hemos acordado un cese bilateral con el ELN, la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) y las Autodefensas de la Sierra Nevada desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023, prorrogable según los avances en las negociaciones”, indicó el mandatario en un tuit.
La mayor tregua desde las negociaciones de paz que terminaron con el acuerdo de paz firmado entre las FARC y el Gobierno en 2016 era uno de los principales objetivos de Petro.
“El cese bilateral de fuego obliga a las organizaciones armadas y al estado a respetarlo. Habrá un mecanismo de verificación nacional e internacional”, añadió al calificar el pacto como un “acto audaz”.
El gobierno colombiano aspira a extinguir seis décadas de conflicto armado mediante el diálogo con rebeldes, narcos, paramilitares y pandilleros. La última insurgencia reconocida del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), negocia con ellos desde noviembre pasado.
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Lideradas en el pasado por el capo Otoniel, extraditado a Estados Unidos, las AGC son la mayor banda narco del país. Al igual que las Autodefensas de la Sierra Nevada, están conformadas por remanentes de los paramilitares de extrema derecha que se desmovilizaron a principios de la década de 2000.
HOMBRES ARMADOS
Todos estos grupos suman más de 10 mil hombres armados, enfrentados en disputas por las rentas del narcotráfico y otros negocios ilegales, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). Aunque el acuerdo de paz firmado en 2016 con las FARC transformó en partido político a la guerrilla más poderosa del continente, el conflicto sigue luego de seis décadas y más de nueve millones de víctimas.
BUSCA PAZ TOTAL
Petro llegó al poder el 7 de agosto como el primer presidente de izquierda en la historia del país. En paralelo a su política de “paz total”, el presidente también dio un giro a la que considera una “fracasada” guerra contra las drogas tras décadas de apoyo estadounidense. El partido opositor Centro Democrático, del expresidente derechista Álvaro Uribe, calificó la propuesta de “apología a la criminalidad y a la impunidad”.
Con información de 24 Horas Nacional
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