Es común que las tiendas de servicio ofrezcan especies de pescado en peligro de extinción como si fuera bacalao, lo que pone en peligro la salud de los mares, por lo que la organización Oceana hizo un llamado a la ciudadanía a realizar compras conscientes esta Navidad.
El llamado es también a las autoridades, para que tomen acciones en contra de la pesca furtiva y del comercio ilegal o irregular de especies.
Mariana Aziz, directora de Transparencia de Oceana, informó en entrevista que no hay hasta ahora manera de saber la trazabilidad de los pescados que consumimos, es decir, de conocer con detalle el camino de esa comida, desde que fue pescado hasta que llega el plato, lo cual debería ser obligatorio.
Por ello, desconocemos también si los productos que promocionan son, en efecto, los que consumimos. Y es que Oceana realizó un estudio para evaluar si en verdad lo que se vende es bacalao y sus 53 especies existentes. En el trabajo, acotado a Ciudad de México, aunque no es exclusivo de esta demarcación, se demostró que hay sustitución de especies. En las pescaderías se reportó una sustitución del 55%, en los restaurantes fue de 40% y en el supermercado del 4.5%. Es decir, en vez de bacalao se vendía tilapia, raya o tiburón.
“Durante la temporada navideña, una de cada tres veces cuando nos venden bacalao, en la Ciudad de México, nos dan otra especie, muchas veces de menor precio, especies amenazadas o en peligro de extinción. Esto afecta el bolsillo de los consumidores y la salud de los mares”, se lee en el comunicado donde llaman la atención de este problema.
El bacalao, remarcan, es un platillo tradicional en las mesas de familias mexicanas, pero es un producto importado, caro y escaso, por lo que muchas veces es sustituido por producto más barato, pero vendido al mismo precio. En ocasiones, apuntan, también es sustituido por especies en peligro. Para evitar que nos engañen y suframos afectaciones al bolsillo es necesario que se apruebe la Norma de Trazabilidad.
Este medio publicó que Oceana busca impulsar la publicación de la Norma Oficial Mexicana de trazabilidad del pez que se consume en México, es decir, saber el camino que lo llevó del barco a la mesa, a fin de contar con la información de si fue una pesca sustentable y no furtiva, lo cual podría a impactar positivamente en el problema en torno al bacalao, de acuerdo con Edith Martinez, de Oceana.
Y es que en México la pesca ilegal es muy fuerte. Datos de la propia Conapesca dicen que cerca del 40% de la captura en el país es ilegal”.
“Lo que proponemos es contar con una norma mexicana de trazabilidad que nos ayude a transparentar la cadena de valor de la pesca, desde que se captura en el mar hasta que llega a la mesa de los consumidores”, explicó Martínez.
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