Esta receta es perfecta para ofrecer algo especial a tu familia o invitados, además es una muestra de la gran influencia que acabaron ejerciendo diversas cocinas europeas, como la francesa, en la cocina mexicana. En recetarios de cocina de fiesta de mediados del siglo pasado era habitual encontrar alguna de estas recetas, que hoy por hoy son un clásico internacional.
Si quieres preparar algo en tus reuniones previo a la Navidad, este platillo podría ser una buena opción porque es deliciosa y le encantará a todos tus invitados.
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Ingredientes:
6 costillas de res
2 cucharadas de aceite de oliva (aunque en las originales encontrarás manteca de cerdo)
2 cebollas grandes
450 g de jitomate
150 g de jamón cocido
1/2 litro de vino tinto
2 cucharadas de harina
2 manojos de cebollas cambray
250 g de ciruelas pasas
1/2 litro de caldo de carne
Hierbas de olor: tomillo, orégano o finas hierbas
Nuez moscada, sal y pimienta
Elaboración:
1)En una cucharada de aceite freír la cebolla picada y las costillas. Una vez bien fritas se añade el jitomate molido, el jamón cortado en tiritas, la mitad del vino tinto, las hierbas de olor, sal y pimienta., se tapa la cacerola y se deja cocer a fuego lento. La presencia del jamón cocido en las recetas actuales de una carne al vino tinto, actualmente resulta cuanto menos extraño, pero este elemento contribuye a conseguir el sabor de antaño.
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2)Se pone al fuego otra cacerola con la otra cucharada de aceite, se fríe la harina y cuando adquiere color café claro, se añade el caldo, sal, pimienta, nuez moscada y las cebollas de cambray; se deja dar un hervor y se vacía sobre las costillas y su jugo.
3)Las ciruelas se deshuesan se ponen a remojar en 1/4 de litro de vino, dos horas antes de hacer el platillo; se agregan a las costillas dejándose hervir poco, para que no se desbaraten, se sirven muy calientes.