Comprar una vivienda, un sueño inalcanzable en Yucatán 
Comprar una vivienda, un sueño inalcanzable en Yucatán 

Aunque el costo promedio de la vivienda popular en Yucatán es menos de medio millón de pesos, la mayoría de las personas no cuenta con los ingresos mensuales suficientes para comprar una, lamentó Sergei López Cantón, presidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).

Comprar una vivienda, un sueño inalcanzable en Yucatán

“El valor promedio es de 433 mil pesos. Para que una persona pueda comprar una vivienda de este valor necesita ganar, al menos, 9 mil pesos mensuales”.

Sin embargo, el 50% de los derechohabientes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) gana menos de eso, agregó.

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Recordó que, hace menos de un lustro, 50% de los inmuebles en Yucatán estaban destinados, precisamente, para los segmentos de la población que menos ingresos tienen; actualmente es el 40%, lo que implica una disminución de 10% en el ramo, a pesar de que las autoridades estatales emprendieron programa de apoyos para la vivienda social. Sin embargo, en otras entidades la cifra es de hasta 25%.

Apuntó que esta es una problemática que afecta no solo a Yucatán y México, pues hay factores globales sobre los cuales no se tiene control.

La inflación es uno de los factores principales, pues aumentan los costos de los insumos de la construcción, además que hay desabasto de estos.

Al formar parte de una economía globalizada, no hay nada que se pueda hacer de manera local; así que el gran reto nacional es la crisis de la vivienda económica y popular, subrayó.

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La necesidad de las familias por tener un patrimonio es constante; si la demografía continúa en crecimiento, como lo ha hecho en los últimos años, la demanda de vivienda también irá en ascenso.

López Cantón expuso que se necesitan políticas adecuadas, como generar instrumentos de crédito, a través de la creación de productos específicos para este segmento de la población; apoyos a la compra, mediante subsidios o reforzar los programas actuales de apoyo a la vivienda social.

También incentivos a la vivienda social, con la regulación y normatividad que permita al desarrollador hacer viviendas más económicas, con reducciones en costos de derechos, licencias u otros requisitos.

Con información de: 24 Horas Nacional

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