La convocatoria para el Paseo de las Ánimas en la zona arqueológica de Dzibilchaltún superó todas las expectativas y llegaron al sitio más de 2 mil personas, por lo que la capacidad del lugar y, sobre todo, la organización del evento, fue superada.
Aunque el evento estaba programado para dar inicio a las 7 de la noche, en cuanto al recorrido de las ánimas y caminata por el sitio para disfrutar, también, del videomaping, la realidad es que la gente empezó a llegar desde temprano, por lo que a las 6.30 ya había largas filas para el ingreso al lugar.
Alrededor de las 6:20, de acuerdo con el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se habían vendido ya mil boletos, misma gente que había ingresado y un número similar se mantenía haciendo cola. El costo de la entrada fue de 85 pesos.
También destacó mucha gente que no respetaba las reglas del lugar e, incluso, en más de una ocasión subieron a las edificaciones para tomarse fotografías, aunque eso no se permite. El poco personal que estuvo en el sitio batalló para poner orden.
Desde luego había gente inconforme, porque ya llevaban 45 minutos o más tiempo esperando en la fila. En el interior, se habilitó el recorrido antes de tiempo, que consistía en una caminata por el sitio, con videomaping que se proyectaba en algunos edificios, junto con la narración de algunas leyendas e historia del sitio.
Normalizan jóvenes el consumo de marihuana en Yucatán
Al frente del recorrido se colocó un grupo de ánimas, con vela en mano, siguiendo el camino del sac be, con una rezadora elevando plegarias al mundo de los vivos.
Las proyecciones llamaron la atención y gustaron mucho al público, que se reanudaban cada determinado tiempo para que las escucharan quienes iban llegando al recorrido. También, la Casa de las Siete Muñecas se iluminó de rojo, lo que daba una bella imagen que se proyectaba en todo el camino blanco.
Incluso, por un momento, cerca de las 7:30 de la noche, se suspendieron por un rato las proyecciones y el videomaping, para controlar un poco la afluencia de la gente e, incluso, se dijo que ya no se proyectaría, lo que generó inconformidad y que varias personas se retiraran del sitio.
Alrededor de las 8 de la noche se reanudaron las proyecciones y continuó el flujo de gente. El estacionamiento de la zona arqueológica resultó insuficiente y decenas de autos quedaron estacionados a las afueras del sitio e incluso en la comisaría de Dzibilchaltún, cercana al sitio.