En México no hay un reconocimiento institucional y social para las personas intersexuales derivado de estigmas, marginación, poca información y falta de visibilidad a la comunidad, problemas que provienen de la construcción binaria del sexo hombre-mujer.
Así lo consideró el doctor Ariel Vilchis, responsable de Trabajo en Comunidad del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con el especialista, las personas intersexuales son “aquellas que pueden tener un componente cromosómico XX mujer, XY hombre, pero que dentro de su componente físico podría o no estar expresando el genital que corresponda a cada uno de estos sexos. (…) Es un sexo que, podríamos decir, no está definido físicamente”.
Este es el caso de Xoha, residente de Naucalpan, en el Estado de México y economista, quien cuenta con genitales masculinos, pero de manera interna sus órganos reproductores son femeninos, lo que se ha reflejado en expresiones físicas distintas, como voz gruesa y senos pequeños. En todos sus documentos de identidad se le ha asignado el sexo masculino, sin embargo, Xoha se considera “una persona que tiene los dos sexos, o sea, una persona dual”, señaló en entrevista para el diario.
ACEPTACIÓN
Hoy, en el marco del Día de la Conciencia para la Comunidad Intersexual, Vilchis comentó que “incluso la condición médica(…), no es aceptada aún. Es algo que nos ha costado muchísimo trabajo para que se le reconozca como un espectro más de la normalidad humana”.
Los datos en México respecto a la población intersexual son pocos y no representativos, así lo indica la Encuesta Intersex de 2020 realizada por la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en conjunto con la organización Brújula Intersexual, en la cual participaron 89 personas de 24 entidades federativas del país.
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Según los resultados, solamente 31.8% de esta comunidad ha tenido acceso a información sobre su variación congénita en las características sexuales a través de su expediente médico.
Entre los espacios donde las personas intersexuales experimentaron discriminación fueron la calle y el transporte público, con 43.6%; baños públicos 36.2% y en el trabajo, 35.9%.
Xoha aseguró sentirse bien, feliz y vivir de manera tranquila, pues siempre contó con el apoyo de su familia, “fue la primera que me ayudó para tratar esa situación desde el punto de vista médico y afectivo”. No obstante, prefiere mantener su intersexualidad en privado.
Vilchis manifestó que la intersexualidad “no tiene nada que ver con la enfermedad, es algo completamente normal. El siguiente paso es aceptarla y comenzar a identificarles plenamente, eso es incluir una tercera categoría en la variable de “sexo” para comenzar a tener una idea de qué porcentaje de población estaríamos teniendo en México”.
Al respecto, Xoha –a quien también llaman Fernando o Fernanda–, consideró que “lo ideal sería el respeto a la vida en la sociedad, que nadie criticara y se aceptaran todos tal cual, pero esa es una utopía. Habrá algún día en que la sociedad evolucione y lo acepte”.
Con información de 24 Horas Nacional
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