El planeta perdió en promedio cerca del 70% de su población de animales salvajes en casi 50 años, según la evaluación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que establece una relación cada vez más clara entre pérdida de biodiversidad y calentamiento climático.
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Entre 1970 y 2018, el 69% en promedio de las poblaciones de esta fauna salvaje, como peces, pájaros, mamíferos, anfibios y reptiles, despareció, según el índice Planeta vivo, instrumento de referencia publicado cada dos años por el WWF.
La destrucción de los hábitats naturales, en particular para desarrollar la agricultura, sigue siendo la causa principal, según el informe, seguido por la explotación exagerada y la caza furtiva.
El cambio climático es el tercer factor, pero su papel “aumenta muy, muy rápido”, advierte Marco Lambertini, director general del WWF. Siguen la contaminación del aire, del agua y del suelo, así como la diseminación por el hombre de especies invasivas.
Este informe es una “alerta roja para el planeta y para la humanidad”, declaró Lambertini en un encuentro con la prensa, “cuando comenzamos a comprender realmente que los ecosistemas durables, una biodiversidad rica y un clima estable son necesarios para garantizar un futuro próspero, más equitativo y más seguro para nuestros niños y sus hijos”.