Como una nueva oportunidad de retomar las actividades primarias, un grupo de pescadores retirados decidieron retomar un proyecto que fue suspendido por más de 25 años en Dzemul: la cooperativa salinera de Xtampú.
Fue hace menos de una década cuando los hombres de mar se reunieron y determinaron que aprovechar este sitio sería un parteaguas, pues no solo rescatarían un proyecto popularmente conocido que estuvo varado durante años, sino que sería una nueva oportunidad para contribuir a la economía de sus hogares.
Orlando May, miembro del colectivo de pescadores, recordó que la salinera, que se ubica sobre el tramo Dzemul-Telchac Puerto fue abandonada porque las charcas quedaron destruidas a partir de los fenómenos naturales que continuamente impactan en la región.
De hecho, en sus años de esplendor, la salinera contaba con más de un centenar de charcas; sin embargo, a pesar de los esfuerzos, hombres y mujeres dedicados a la actividad pesquera solo pudieron recuperar poco más del 10% de estas.
Décadas después, los pescadores que ahí laboraban se reunieron y formaron la cooperativa, que está conformada por poco más de 20 miembros.
Para que la asociación operara de manera legal, los integrantes acudieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), donde determinaron que la temporalidad de aprovechamiento sería de 20 años.
HERENCIA
Aunque quedan siete años para que expire la vigencia del acta constitutiva, los pescadores, todos mayores de 40 años, esperan que las futuras generaciones aprendan el oficio para que continúen con el aprovechamiento de los recursos en Dzemul.
Alistan carrera atlética para luchar contra la poliomelitis
May May enfatizó que la extracción de la sal se realiza de manera artesanal, pues de esta manera garantizan que el producto sea natural y que haya mejor conservación de las charcas.
EMBATE CLIMÁTICO
El pescador recuerda que en los siete años que llevan en la salinera, han sido víctimas de los fenómenos meteorológicos, pues las lluvias registradas por el paso de huracanes repercuten en el desbordamiento de los contenedores y la descomposición de la sal.
A pesar de las adversidades que implica la actividad, Orlando May apunta que, en la temporada álgida, logran extraer hasta media tonelada de cerros de 1.2 metros y comercializan el producto por encima de los 2 mil 500 pesos, dinero que utilizan para dar mantenimiento al sitio.
Síguenos en nuestras redes sociales ??
Redacción