Pescadores de Progreso han avistado más manchones de marea roja que ahora se extienden hacia la zona de Holbox y el faro de Yalkubul, por lo que estiman que la mala racha en la captura de mariscos continuará.
De acuerdo con los hombres de mar, el color oscuro impera en el litoral, pues el fenómeno abarca desde Telchac Puerto hasta Chuburná; sin embargo, ya hay nuevos avistamientos en otras zonas, especialmente hacia el oeste.
Debido a que los manchones se extienden por la costa yucateca, vaticinan que ahora la afectación a la actividad pesquera y el sector turismo también será en Dzilam.
En ese sentido, pescadores apuntan que el impacto a su labor es especialmente en la captura de pulpo, pues solo pudieron zarpar algunos días en agosto, lo que ocasionó que la recolección del molusco fuera menor y, en consecuencia, el precio incrementara.
Impacta marea roja los bolsillos de pescadores
Ejemplificaron que recientemente el precio del kilo de pulpo se duplicó, pues ahora lo comercializan a 150 pesos cuando antes no rebasaba los 80 pesos; además no descartan que haya otro incremento, según avance o mengue el fenómeno de la marea roja en las costas de Progreso.
Los ribereños explicaron que la mayoría de sus compañeros interrumpieron su actividad, pues solo las embarcaciones medianas y grandes pueden alejarse de la costa para efectuar la captura de pulpo en zonas libres de la marea roja; por tanto, al mermar su fuente de ingresos, las pocas ocasiones en que logran recolectar el molusco, lo vendieron a precios más elevados.
No obstante, de acuerdo con la Policía Ecológica municipal, las costas del municipio registran 90% libres de marea roja, por lo que retiraron las banderas rojas de los arenales.
ESTUDIO
Con base en un monitoreo realizado por el Laboratorio de Producción del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinestav) en Mérida, hasta la semana pasada, el oxígeno disuelto en el mar era abundante en Telchac, con una concentración de 7 miligramos por litro, comparado con el 0.1 que se muestra en Chicxulub.
Investigaciones internacionales apuntan que la concentración de oxígeno disuelto adecuada para que haya vida marina es de 5 a 6 miligramos por litro, pues en otros niveles las condiciones son nocivas.
Debido a la toxicidad en el agua, semanas previas el fenómeno ocasionó que cientos de peces muertos recalaran en las playas, que tuvieron que ser retirados y colocados en fosas especiales para evitar su descomposición al aire libre.
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Redacción