Las empresas de videojuegos tienen que aceptarlo, la euforia de la pandemia terminó. Los jugadores gastan y pasan menos tiempo en línea que el año pasado, pero el sector parece mejor preparado que otros para resistir la actual adversidad económica.
«Pero hablé con bastantes personas que dejaron de difundir porque estaban agotados o porque no era para ellos. O porque dejaron de tener tiempo con la vuelta al trabajo presencial», señala el treintañero.
Y aunque la frecuentación se redujo luego de alcanzar un pico de unos 3 millones en abril de 2021, el promedio de espectadores conectados al tiempo (2.6 millones) sigue siendo mayor que antes de la pandemia.
Convención de Canacintra, oportunidad de negocios
Matt Piscatella, analista del gabinete NPD, estima que el gasto total de consumidores de videojuegos será de alrededor de 55 mil 500 millones de dólares en Estados Unidos en 2022, lo que significaría 8.7% menos que el año pasado.
Las ventas de Activision Blizzard, Microsoft y Sony bajaron en comparación con el año pasado. Pero la corrección tras el boom de la pandemia era inevitable, según analistas, sobre todo en un contexto económico tenso.
«Las dificultades de aprovisionamiento de componentes frenan la producción de nuevas consolas, y tenemos atrasadas hasta 2023 la salida de títulos mayores como Starfield, Suicide Squad y Breath of the Wild 2«, detalla Steven Bailey, analista de Omdia.
El atraso en la disponibilidad de nuevos títulos es parte del problema, pero Piscatella espera que sea temporal y que el mercado se estabilice progresivamente en 2023, con un regreso «a la tendencia de largo plazo, es decir un crecimiento constante».
La inflación obliga a los compradores a tomar decisiones, anota el analista, pero no a dejar del todo los videojuegos.
Con información de 24 Horas Nacional
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