A través de las redes sociales se comparten un sinnúmero de historias. Algunas de estas causan mucho revuelo como es el caso de la de esta mujer que aseguró haberse divorciado de un “buen hombre”.
“No hubo infidelidad. No hubo todas las cosas horribles que separan a miles de parejas, sino algo inesperado y aún más duro: dejó de tratarme con amor y ya”, explicó la mujer.
La mujer señaló que el que no hubiera habido agresiones o traiciones en su relación había hecho más difícil la ruptura pues no podía aferrarse al “odio” o el enojo durante su duelo.
“Es un buen hombre que se perdió a sí mismo en la crisis de la pandemia, y aun no se encuentra (…) merezco un buen hombre valiente, que pueda sostenerse a él mismo ante las circunstancias, capaz de continuar”, escribió.
Hoy me divorcié de un buen hombre.
— Renée A. García (@reneeangelica) July 5, 2022
“Me divorcié en el acto de valentía, congruencia y amor propio que he hecho en mi vida (…) por actuar como predico, sin ‘amor a medias’, sin ‘amor cuando tengamos tiempo»’, subrayó.
Ante esto, recibió un gran número de comentarios donde las opiniones se polarizaron entre quienes le aplaudían no haberse quedado en un lugar donde ya no se sentía amada y quienes afirmaron que lo abandonó.
“La verdad es que tú no aguantaste, si él es un buen hombre, jamás te falto el respeto etc. La que se bajó del barco fuiste tú. Un matrimonio está en las buenas y en las malas”, señaló una usuaria, lo que despertó los comentarios de otras mujeres que aseguraban que su discurso promovía el sacrificio como forma de amor.
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De igual forma hubo quienes defendieron a capa y espada que las esposas tenían que quedarse y ayudar a sus esposo incluso si estos dejaban de tener detalles o atenciones con estas, pues de eso se trataba la frase “en las buenas y en las malas”.
Incluso hubo quien señaló que la mujer se había divorciado porque el hombre ya no tenía los recursos para mantenerla y esta “salió al mercado del usado a atrapar un mejor prospecto”.
Ante la oleada de comentarios resaltaron algunos que aseguraban que “la nueva generación” desechaba todo en cuanto ya no los hacía felices en vez de quedarse a tratar de reparar las cosas, por otro lado hubo quienes apuntaron que “la vieja generación” estaba impuesta a soportar todo en nombre del amor.