Sin reporte de casos de rabia en humanos y animales en Yucatán en lo que va del año en la entidad yucateca. De acuerdo con el área del Programa de Zoonosis de la SSY, la entidad yucateca continua su racha de más de 20 años sin presentar casos de rabia por transmisión en humanos.
Sin embargo, el año pasado se reportaron seis casos de rabia en animales, principalmente en ganados, aunque es de destacarse que en lo que va del 2022 no se ha registrados casos de rabia en animales.
Por lo que no se debe bajar la guardia en cuestión preventiva, pues la rabia es una enfermedad que está dentro de un grupo llamado zoonótica, es decir, que son enfermedades que se pueden ser transmitidas del animal al hombre.
En el caso de la rabia, puede ser por tener contacto directo con la saliva y/o sangre con una herida abierta o con la mucosa de los ojos o boca. La forma más común de transmisión es que una persona haya sido mordida por un animal enfermo, explicó el médico veterinario Hebert Tzab Navarro.
Un factor de riesgo para los vaqueros, dueños, carniceros o médicos veterinarios de Yucatán es que, al querer extraer el cerebro principalmente del ganado, para mandar al laboratorio para hacer el diagnostico de rabia, se tenga contacto, por accidente o desconocimiento, con restos del cerebro con alguna herida abierta o mucosas, detalló.
Los principales signos en los animales, en el caso del ganado, es que se apartan del lote o del grupo, están apáticos, no comen ni toman agua, incoordinación al caminar, dejan de defecar y orinar, se postran o caen al suelo, movimientos de las extremidades como si estuvieran pedaleando bicicleta, muerte.
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Además, detalló que esta enfermedad letal es causada por un virus del género Lyssavirus, familia de Rhabdoviridae, el cual es transmitido por el murciélago hematófago Desmodus rotundus, considerado como el principal reservorio y transmisor de la rabia hacía animales y rara vez a humanos.
Indicando que existen varios tipos de murciélagos, los que comen insectos (insectívoros), los que comen frutas (fructivoros) y los que comen sangre (hematófagos). “Por esta razón es importante que la captura y control de los murciélagos lo realice personal capacitado, para no perjudicar una población de murciélagos que favorece al control de insectos y diseminación de semillas” precisó.
La rabia está directamente relacionada con la actividad ganadera, ya que donde hay una alta población de rumiantes, y en especial de bovinos, está presente una alta población de vampiros hematófagos (Desmodus rotundus) en la misma zona, generando una posibilidad mayor de la transmisión en las áreas endémicas.
“Todo esto se agrava en zonas o áreas donde existen cuevas, cavernas, cenotes y construcciones abandonadas donde los murciélagos pueden anidar y desarrollar una colonia de cientos o miles. Como pueden imaginar, Yucatán y gran parte de la península es la zona idónea donde los murciélagos pueden encontrar refugios para sus colonias”.
Se debe mencionar que en un refugio de murciélagos se puede encontrar más de una especie. Por esta razón y otras varias, por ley federal está prohibido clausurar, cerrar parcialmente o demoler entradas de cuevas o cavernas para no afectar poblaciones de murciélagos u otras especies de animales que comparten los mismos nichos o ambientes como refugios, concluyó.
Belén Martín
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