Los mensajes a la distancia y por vías institucionales de Occidente a Ucrania le han hecho sentir empatía y aprobación, con la promesa de más apoyo en armas y recursos, así como la de ingreso a sus exclusivos clubs (UE y OTAN)… pero en persona, ayer, sentados a la misma mesa, el mensaje fue de bienvenida a la familia europea, dando un paso más lejos de Rusia.
Volodímir Zelenski, parte de la familia
Los líderes de las principales potencias del Viejo Continente visitaron a Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, por primera vez y en grupo desde que el pasado 24 de febrero Rusia comenzó a invadir su territorio.
El mandatario francés, Emmanuel Macron, y los jefes de gobierno de Alemania, Olaf Scholz, e Italia, Mario Draghi, llegaron a Kiev en tren. Luego se unió el presidente de Rumania (otro miembro de la UE), Klaus Iohannis.
“Los cuatro apoyamos el estatuto de candidato inmediato de Ucrania para la adhesión al bloque”, declaró Macron en una rueda de prensa.
“El mensaje más importante de nuestra visita es que Italia quiere que Ucrania sea parte de la Unión Europea”, dijo por su parte Draghi.
“Ucrania pertenece a la familia europea”, subrayó igualmente Scholz, “Alemania apoya a Ucrania con la entrega de armas y lo seguirá haciendo”.
Zelenski respondió poco después que su país estaba “decidido a trabajar para convertirse en un miembro de pleno derecho de la UE”.
Los 27 Estados de la Unión sostendrán una cumbre la próxima semana para decidir si aceptan a la ex nación soviética como candidato oficial a la adhesión, dando inicio a un proceso que puede durar años. La Comisión Europea (ejecutivo de la UE) deberá dar a conocer su posición el viernes.
Uno de los principales impedimentos para agilizar el ingreso ha sido desde hace casi 10 años el alto nivel de corrupción que permea en la nación de 45 millones de habitantes, situación que el mismo Zelenski exhibió en su serie televisiva, donde representaba al presidente, y que luego se hizo real.
Ucrania también desea entrar a la OTAN, cuyos miembros se reunirán en Madrid a finales de mes; Zelenski participará por videoconferencia.
TOMA DECISIONES Y LUEGO NEGOCIA
¿Hablar con Putin, para qué?
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le confesó ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que duda de la utilidad de hablar con el mandatario ruso, Vladímir Putin, para tratar de poner fin a la guerra.
“No estoy seguro de que exista la posibilidad de que el presidente de la Federación de Rusia esté dispuesto a oír lo que pueda decírsele”, expresó en conferencia de prensa en Kiev junto a otros dirigentes europeos.
“Pareciera que actualmente Putin toma decisiones y luego habla con alguien sobre ellas”, prosiguió, “No estoy seguro de que actualmente haya dirigentes en el mundo que puedan forzar individualmente a Rusia a frenar la guerra”.
Mariúpol, ejemplo del horror de Putin
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, advirtió ayer que la magnitud de la destrucción en la ciudad ucraniana de Mariúpol, tomada por las tropas rusas tras meses de bombardeos, sugiere graves violaciones del derecho internacional.
“Los horrores infligidos a la población civil dejarán un rastro indeleble, incluso en las próximas generaciones”, dijo la expresidenta chilena ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
Durante su intervención, Bachelet recordó que en Mariúpol, una ciudad portuaria de a orillas del mar de Azov, se escribió uno de los capítulos más sangrientos de la invasión rusa.
“Entre febrero y finales de abril, Mariúpol fue probablemente el lugar más mortífero de Ucrania”, resaltó.
En mayo, tras meses de asedio, Rusia tomó el control de la ciudad después de que Ucrania pidiera a sus últimos soldados atrincherados en la acerera Azovstal que se rindieran.
La oficina de Bachelet estima que hasta 90% de los edificios residenciales en Mariúpol quedaron dañados o destruidos y que unas 350 mil personas tuvieron que huir de la ciudad.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“El dolor está en los padres que tuvieron que enterrar a sus propios hijos, en las personas que presenciaron el suicidio de sus amigos, en las familias destrozadas, en todos aquellos que tuvieron que abandonar una ciudad muy querida con perspectivas inciertas de volver a verla”
Michelle Bachelet
Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU