Ejidatarios y guías de turistas de la comisaría de Pisté se disputan, desde el fin de semana, terrenos ejidales en la entrada de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Se han convocado a reuniones para tratar de llegar a acuerdos, pero terminan en dimes y diretes, así que todavía hay tensión.
El lío se desató cuando los prestadores de servicios vieron la construcción de palapas y la perforación de pozos en un predio ubicado en la entrada de dicha zona arqueológica, que también funciona como estacionamiento.
Tras investigar, se enteraron que ejidatarios vendieron parte de los terrenos ejidales a familiares del ex alcalde Felipe Chan May.
La preocupación de los guías turísticos es que al ingresar gente nueva a dicho estacionamiento los servicios se privaticen, pues incluso ya trabajan en ello y temen que los dejen sin trabajo.
Por si fuera poco, las tarifas son superiores a las que ellos manejan desde hace varios años.
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Sin embargo, el grupo contrario alega que ellos solo ofrecerán las visitas guiadas y no se están metiendo con los paquetes turísticos, como los prestadores de servicios.
Este conflicto también despertó el interés de ejidatarios que no están de acuerdo con el comité directivo que está de manera temporal, porque dicen que están vendiendo terrenos ejidales sin el consentimiento del ejido.
Incluso, dicen que solo están esperando que se hagan elecciones para poner orden, pues los directivos ejidales ven esto como un negocio, ya que se presume que en la reciente venta de los lotes de la entrada de Chichén Itzá recibieron 200 mil pesos.
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