REDACCIÓN
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), considera a la Península de Yucatán un foco rojo, ante los atractivos naturales con los que cuenta, ya que esas riquezas son acechadas por múltiples proyectos privados que impactan a la flora y fauna propia de la zona.
Acechan a la Península por riquezas naturales
CEMDA, desde 1993 inició a asesorar, promover y defender el derecho humano a un medio ambiente sano, derecho reconocido en la Constitución Política de México.
Recientemente la asociación civil inició una campaña de donativos para financiar la capacitación y el respaldo legal a 10 regiones del país; cuatro están en la Península.
Cabe señalar que, desde hace más de 20 años, se tiene interés en la defensa de los recursos naturales peninsulares.
En 2001, el Centro abrió su primera oficina fuera de Ciudad de México, en Quintana Roo.
Regresa aire frío a la Península de Yucatán
Esta segunda oficina se abrió en la zona, dada su importancia y las amenazas de desarrollos turísticos, inmobiliarios y hoteleros. Es una zona que la asociación considera que requiere de muchísima atención.
Para esta campaña, CEMDA está enfocada en 10 regiones del país, con proyectos o grupos de defensores ambientalistas: La Paz y Cabo Pulmo, en Baja California Sur; Santiago Ixcuintla-Río San Pedro, en Nayarit; Valle de Bravo, Estado de México; Cuetzalan, Puebla; y Veracruz, Veracruz.
En la Península, los puntos son la selva maya en Hopelchén y Calakmul, Campeche, y que también se considera la colindancia con Yucatán. Además de Cancún y Holbox, Quintana Roo.
“Se creó una red de defensores ambientales a lo largo de México y ahora pueden proteger su tierra y su patrimonio natural, utilizando los mecanismos de defensa ecológica para acceder a la información y a la participación. Son conscientes de sus derechos y capaces de defenderlos, con un beneficio sostenible a largo plazo”, destacan en la descripción de la campaña en el portal Global Giving.
FACTORES
Otro factor que preocupa a la asociación es el riesgo para los defensores ambientalistas, ya que en los últimos años ha aumentado, pues algunas zonas se han vuelto agresivas y preocupa la gente de las comunidades, ya que son quienes enfrentan a las autoridades cuando ambiciosos proyectos están en juego.
Ante ello, muchos de los defensores están dentro del programa de protección de la Secretaría de Gobernación, donde les brindan un botón de pánico.
Otra situación común entre su activismo es que las personas ignoran que son defensores del medio ambiente y “sí, porque estás protegiendo su río o selva”. Lo que ellos buscan es que estos grupos locales no sean criminalizados y que se tome en serio la violencia y las agresiones contra ellos.
Por lo cual, el centro los capacita sobre la ley nacional e internacional, así como la manera de presentar una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para reclamar sus derechos.