Será hasta finales de 2028 cuando la obra del Tren Maya sea rentable y pueda cubrir los gastos operativos del servicio, por lo que durante los primeros cinco años el erario tendrá que erogar en promedio 4 mil millones de pesos anuales para que sea sustentable, informó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo.
“La operación debe estar sobre los 3 mil o 4 mil millones de pesos anuales para este tipo de servicios del Tren Maya, esos recursos tienen que entrar de algún lado, ponle que sea en los tres a cinco años, al principio, principio no, pero entre los 5 años debemos empezar a tener rentabilidad en esos servicios”, informó Rogelio Jiménez Pons, titular del Fonatur.
De acuerdo con información de El Financiero, el funcionario aceptó que la perspectiva es que hacia el final del 2028, el Tren Maya pueda cubrir sus gastos de operación, así como los subsidios que deberá ofrecer al transporte de pasajeros locales, los cuales tendrán un precio mucho menor en comparación con los viajes de turismo.
Una vez que el proyecto turístico y carguero comience a dar frutos, los recursos no regresarán a la Hacienda, sino que pasarán directamente a las arcas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien además recibirá ingresos indirectos relacionados con el Tren Maya, como la renta de la fibra óptica.
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“Le vamos a dejar al ejército un chorro de rentabilidades por todo, las fibras ópticas, publicidad, letreros; dejamos factores de ingreso que son importantes: tan solo la fibra óptica en renta es tan importante como los ingresos del turismo, son miles de millones de pesos al año”, dejó entrever el titular del Fonatur.
“Se tenía planeado que muchas de las estaciones fueran de inversión privada, aquí se optó, para que fuera más independiente, que fuera inversión pública, aumenta todo el costo, hay una serie de aumentos, va a ir para arriba el costo porque se va a ampliar el alcance de la obra”, afirmó Jiménez Pons.
Agregó que la rentabilidad del Tren Maya, cuando se logre, permitirá pagar el subsidio que se le dará a los pasajeros locales, quienes pagarán, incluso, menos que el transporte público que opera en la zona, particularmente entre Playa del Carmen y Cancún, en donde el costo no supera los 50 pesos.
Operadora Cicsa, de Carlos Slim, y FCC Construcción, que ganaron la licitación para la construcción del tramo 2 del Tren Maya, forman uno de los dos consorcios que tienen hasta seis meses de retraso en las obras, reveló Rogelio Jiménez.
“Carso es el que va a atrasado. En los tramos 2 y 3, en donde te mueves, hay un hallazgo arqueológico, entonces ha habido muchos retrasos en ese sentido, es muy frustrante porque no pueden los contratistas tener un rendimiento”, explicó el titular del Fonatur.
Alberto Lugo