Juana Ramírez de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana, creció bajo los cuidados de su abuelo. Fue en la biblioteca donde resplandeció el talento de escritura.
De acuerdo con sus escritos, aprendió a leer cuando contaba con tan sólo tres años, y esto fue tras una mentira, luego de que le comentara a la profesora que su mamá solicitó que ella aprendiera, al igual que su hermana, quien ya tomaba clases de lectura. Ante dicho acto Sor Juana empezó a tomar clases.
Un punto importante es que el miedo que le tenía a su madre le impidió revelar lo que había hecho, sin embargo si se dio cuenta; para estas alturas ya leía sin problema alguno.
Datos curiosos de Sor Juana
En aquello tiempos la educación escolar no era opción para las mujeres, y teniendo solo 7 años, Juana le pidió a su madre que la disfraza de niño para poder ir a la escuela, la negativa de la madre la orillo a encerrarse largas horas en la biblioteca para volverse autodidacta.
García Márquez ha mencionado en sus escritos que Sor Juana se disfrazó de hombre en alguna ocasión para asistir a una casa de enseñanza.
A los 16 años, la belleza de Juana y sobre todo sus habilidades intelectuales llamaron la atención del virrey, quien la mandó a llamar para volverse dama de compañía de la marquesa Leonor Carreto.
Su desempeño fue evaluado por 40 profesores universitarios de distintas disciplinas la pusieron a prueba y ella lo hizo tan bien que el marqués mencionó que parecía “un galeón real defendiéndose de pocas chalupas”
La inteligencia de Juana se encontraba siempre en un estricto orden y disciplina, la mujer se ponía plazos para aprender cosas y si la fecha límite llegaba sin que dominara la información perfectamente, sin compasión cortaba su cabello.
El mundo según Mafalda
Al enterarse que las mujeres casadas debían someterse a sus maridos, Juana decidió ingresar al convento de San José de las Carmelitas Descalzas donde se convirtió en “Sor Juana Inés de la Cruz”, pero lo abandonó 4 meses después debido al estricto régimen de vida, posteriormente entró a otro.
Uno de los rumores más grandes de la poetisa es el de su amor por la virreina María Luisa Gonzaga Manrique de Lara quien fue su protectora y principal promotora de su obra en México y España; Sergio Téllez-Pon reveló en “Un amar ardiente”, algunos de los textos que compuso de la escritora.
Cabe mencionar que falleció a causa de una epidemia el 17 de abril de 1965 en el Convento de San Jerónimo, su extensa obra y característica forma de escribir la han hecho inmortal en la memoria colectiva.