El famoso grupo ABBA está de regreso, y nada más y nada menos que con su álbum, «Voyage«, después de 40 años de silencio de las leyendas suecas de la música disco-pop, un opus que deleita a sus millones de aficionados pero divide a la crítica.
Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid, acrónimo de ABBA, no habían sacado ningún nuevo título desde su separación a finales de 1982.
El anuncio a principios de septiembre de su regreso, durante una ceremonia celebrada por todo lo alto en varias capitales, dio rápidamente la vuelta al mundo, tras años de especulaciones.
Y en la noche del jueves al viernes, los aficionados del grupo en todo el mundo descubrieron por fin las nuevas composiciones.
«No suena antiguo, no suena como de hace 40 años», dijo Emilie de Laere en una fiesta organizada en Estocolmo para escuchar el retorno de la banda.
«Voyage», compuesto de diez canciones, es el inesperado resultado de un proyecto en el que ABBA lleva años trabajando: un concierto con hologramas «revolucionarios».
Una «ABBA Arena» está en construcción en Londres para acoger el show a partir de finales de mayo de 2022.
Algunos puntos siguen siendo un misterio, pero una cosa está clara: se oirá cantar a los ABBA de hoy, y son ellos quienes controlarán los movimientos de sus avatares, pero éstos los representarán con su físico de 1979.
Fue durante la preparación de este proyecto – en colaboración con la empresa de efectos especiales del padre de La Guerra de las Galaxias, George Lucas – que nació la idea de volver a hacer música juntos.
En 2018, ABBA había confirmado los rumores de su regreso a los estudios y se sabía que estaban grabando al menos dos nuevas canciones.
«Al principio eran sólo dos canciones, y luego pensamos: ‘Tal vez podríamos hacer algunas más’ (…) y entonces me pregunté: ‘¿Y si hacemos un álbum completo?’», explicó Benny Andersson, de 74 años, cuando se anunció el disco.
Él y Björn Ulvaeus, de 76 años, han estado promocionando el álbum en las últimas semanas, mientras que Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad, de 71 y 75 años respectivamente, han optado por mantenerse al margen.
Tres de las diez canciones del álbum, que está disponible desde la medianoche hora local en todos los países del mundo, ya habían sido desveladas: «I Still Have Faith In You», «Don’t Shut Me Down» y una versión modernizada de «Just A Notion», grabada en 1978 pero que no se había publicado hasta ahora.
Después de «Waterloo», «Dancing Queen», «Mamma Mia», «The Winner Takes It All», «Money Money Money», ¿el nuevo disco no sufrirá de comparaciones con la época dorada de ABBA?
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Las críticas están divididas: algunos, como la revista Rolling Stone, saludan un éxito «que merecía ser esperado», mientras que el diario The Guardian lanza un cruel «No thank you for the music», que fue uno de los hits de la banda.
«No tenemos que demostrar nada, ¿qué importa si la gente piensa que éramos mejores antes?», dijo Benny Andersson en una entrevista con el diario sueco Dagens Nyheter. «Si (el álbum, ndlr) no hubiera sido lo suficientemente bueno, no habríamos hecho nada».
Para su aficionado sueco Peter Palmquist, es la mezcla perfecta entre ayer y hoy. «Es fiel al sonido de ABBA, pero no es nostálgico», dijo.
Y Jean-Marie Potiez, uno de los principales expertos internacionales del grupo, asegura que «las voces de Agnetha y Anni-Frid han perdido sus notas altas, lo que es normal dada su edad, pero han ganado en profundidad y sensibilidad».
«Cuando cantan juntas, las dos, como en ‘Don’t Shut Me Down’, es el sonido ABBA».
A pesar de los años y de los dos divorcios -Björn con Agnetha y Benny con Anni-Frid estuvieron casados varios años- los cuatro habían seguido siendo buenos amigos.
«Voyage», el noveno álbum de estudio de la banda, será su último, según confirmaron los dos «B» en una entrevista con The Guardian a finales de octubre.